En este 2020 hemos aprendido que los cubrebocas detienen el paso de mayoría de las gotículas de saliva y moco que expelemos al estornudar y toser, pero también al gritar, cantar e incluso hablar.

En virtud de que una persona infectada con el coronavirus puede ser contagiosa varios días antes de presentar síntomas, el cubrebocas puede ayudar a evitar contagios inadvertidos e incluso el portador de la mascarilla puede disminuir el riesgo de aspirar una parte de las gotículas de saliva que flotan en ambientes cerrados y con poca ventilación.

¿Cómo usar el cubrebocas adecuadamente?

Aquí presentamos algunos consejos aplicables a las mascarillas más comunes hechos de tela.

  1. Antes de colocártelo, lava tus manos.
  2. La mascarilla se coloca ajustando las cintas elásticas detrás de las orejas.
  3. Posteriormente se acomoda la parte superior del cubrebocas con el puente de la nariz para evitar fugas de aire. Algunos modelos incluyen un inserto en su parte superior hecho de material flexible que permite ajustarlo al contorno del rostro.
  4. Un ajuste final a los lados impide que el aire escape lateralmente.
  5. Una vez colocado, este no se debe tocar hasta que se vaya a retirar definitivamente.
  6. Para retirarlo, tira de las cintas elásticas detrás de las orejas sin tocar la parte frontal.
  7. Es obligatorio que te laves las manos antes y después de retirarlo del rostro.
  8. Si el cubrebocas es desechable, colócalo en el bote de la basura.
  9. Si tu mascarilla es de tela, puedes lavarla a mano o en lavadora normal con otras prendas en ciclo con agua caliente. En este caso, el cubrebocas se puede usar de nuevo cuando esté seco por completo.

Es importante que no uses mascarillas con válvula pues no son seguros para las personas a tu alrededor. Sigue los consejos de la Organización Mundial de la Salud para elegir tu modelo ideal, ya sea reusable o desechable.